14 de Febrero
Día de los enamorados
La pregunta que se me viene es qué es estar enamorado y qué es el amor,
de qué se trata eso que llamamos amor.
Porque el SOL está en ACUARIO como todos los 14 de febreros y todos los días de los enamorados
y vamos a pensar en Acuario como libertad, creatividad, desapego…
El amor entonces, si se lo festeja este día y si lo que pasa en la tierra, lo que pasa en nuestra psiquis
tiene una correlación con lo que nos muestran las estrellas, entonces el amor del que estamos hablando tiene que ver con Acuario, con la libertad y la creatividad.
La energía traducida por nuestra psiquis, se vuelve polarizada, se define y genera formas separadas en base a lo que nos atrae o nos causa rechazo. ACUARIO propone trascender estas divisiones.
Con Acuario, que viene después de Capricornio, estamos un paso más allá de los modelos, de las fórmulas, los pre conceptos, las formas que se repiten. Nos encontramos ante la diferencia que se presenta para ser incluída, la posibilidad de abrazar eso que aparece como ajeno, distinto y sin embargo vibra con uno, sin explicación coherente, y esa unión resuena y nos amplifica y nos conecta con algo más amplio que somos.
Acuario esta regido por URANO, Dios del cielo y podemos decir que no hay nada más romántico que quedarse mirando el cielo, las estrellas, lo infinito, lo cósmico, ese misterio inexplicable, y reconocerse parte de esa amplitud, sentirse expandir por dentro, sentir ese vértigo ante lo abierto y desconocido, esa libertad, ese vacío lleno de posibilidades.
Estar enamorados tiene que ver con estar inspirados, confiados, abiertos, y en esa apertura es posible acceder a eso que llamamos amor. No es casual que el símbolo de VENUS nos recuerde a una llave. Porque la relación, el encuentro es el acceso a otra dimensión de uno mismo. La dimensión amorosa.
Y hoy VENUS, la llave, la Diosa del amor, la musa inspiradora está en el cielo con SATURNO en CAPRICORNIO y pide forma, pide concreción, entonces aprovechemos para que estas formas que construimos sean amorosas y flexibles, que nos expresen como seres integrados y no seres disociados.
La energía de amor busca manifestarse en el mundo de la forma, entonces prestemos atención a la manera, a cuáles son las formas que estamos creando, los vínculos que generamos.
Reflexionemos sobre qué clase de relaciones tenemos, qué clase de relaciones buscamos, cuál es la propuesta que nos hace el destino para aprender, para evolucionar, para, a fin de cuentas ser más felices, y no por sentir más placer y menos dolor, sino por estar más en paz, aceptando, incluyendo y soltando. Soltando la creencia de que la felicidad está en la confirmación del deseo, de esa forma que creemos desear, que ansiamos venga a completarnos (porque la vida tiene otros planes, otros deseos más profundos y significativos), y descubramos la potencialidad que somos, reconociéndonos en cada situación, en cada vínculo, permitiendo descubrirnos en las nuevas formas vitales que se posibilitan cuando confiamos, abrimos y conectamos. Vivamos la experiencia de abundancia que nos regala el universo, la vibración amorosa con la que estamos coqueteando, imposible de definir porque sería reducirla al mundo de las palabras, de lo separado y perdería su esencia de unidad creadora.
La LUNA en GEMINIS esta opuesta a JUPITER y el verdadero maestro es el que está siempre aprendiendo.
Feliz día del amor para todos!
Lucía Durietz
Astróloga
Profesora de Astrología