Espadas y la jungla interior

Por Lic. Gastón Gandolfi.

Varios autores relacionan éste reino mucho más con los Bastos, esto debido a su naturaleza instintiva. Otros tantos con las Copas debido a la naturaleza afectiva de éstas, más ligada a los mamíferos y no tanto a los ovíparos, y de éstos últimos mucho menos a los de sangre fría.

Pero, sin descartar estos puntos de vista tan útiles creo que existe un simbolismo sobre las Espadas en todo tipo de animales: su naturaleza “cortante”… o “picante” (Piques). Entonces garras, pesuñas, uñas, picos, dientes, colmillos, escamas, etc, etc. serían sus “Espadas” brindadas por la Madre Naturaleza. Mientras que el hombre no posee más espada que su propia mente. Esta es su “garra”. Y la más letal, por lejos, la más peligrosa y destructiva del planeta o, cómo diría Gurdjieff, de éste “Bajo Mundo”.

Ahora, este simbolismo externo no es suficiente para hacer una interpretación que ayude a comprender ciertos aspectos humanos con más profundidad como el tarot mismo requiere.

Entonces recordemos el hecho de que los tarotista pensamos a las espadas como un aspecto intelectual, así como los astrólogos piensan al elemento “aire”. Entonces, de la misma manera, podríamos relacionar este palo con “lo mental”, y mas exógenamente con “lo cerebral”, sería lo más físico de lo intelectual , el “intelecto instintivo” y el “mecánico”… los oros y los bastos dentro de las mismas espadas, si se quiere pensar así.

Pensemos un instante en cómo funcionan los distintos cerebros animales… Con mayor o menor saber, según los estudios específicos que cada quien tenga, notaremos que el ser humano, en mayor o menor medida, es capaz de comprender el funcionamiento del cerebro de muchos animales, sino de todos. Y es capaz de imitar consciente e inconscientemente, esto último mucho más a menudo, su funcionamiento. Incluso superando los limites de sus posibilidades físicas naturales mediante artefactos de su invención. En cambio los animales sólo son capaces de reproducir el comportamiento propio de su especie y nada más. Exceptuando, claro está, el caso en el que algún animal bipedo haya entrenado a uno cuadrupedo específicamente para hacer movimientos exteriores similares a otra especie, claro, pero en dicho caso tampoco el animal saldría de su arquetipo… no nos detengamos en futilidades por favor.

Se podría decir siguiendo la lógica descrita antes que el cerebro humano es capaz de contener todas las formas animales en sí, mientras que el cerebro animal solo puede contener la forma propia de su especia. Y, desde un punto de vista arquetipal, que un animal representa un solo arquetipo, (o nombre divino -atributo), mientras que el hombre, la mente espada del hombre, es capaz de reproducir potencialmente a todos estos arquetipos…

Para ser más claro voy a poner algunos ejemplos que muestran cómo se pueden manifestar estos arquetipos en la vida humana en general. Ésto no solo para que no comiencen a pensar en otras cosas mientras me leen, dejando el trabajo de sus espadas a sus oros, sino que también para que luego de haber leído alguno de ellos puedan pensar en otros ejemplos relacionados, ésto brindará una mayor comprensión de esta lógica en forma didáctica.

Entonces empecemos: ¡La mente humana se puede comportar como la de un mono!. No sólo en su conducta exterior, pudiendo el hombre trepar árboles, sacarse mocos y piojos entre ellos etc., también la “mente mono” es esa inquietud constante que experimentamos interiormente a diario. La mente mono salta de un árbol a otro, de un pensamiento al otro, buscando bananas o una hembra, o macho. Hace sus monerías para llamar la atención, y si no la consigue hace un escándalo. Y así se sigue moviendo incesantemente de árbol en árbol, sin detenerse nunca a reflexionar o a profundizar en el porqué de su conducta. La mente mono es superflua, vive en la superficie de las cosas. Solo le “va” lo exogeno.

Así, podemos hablar también de la “mente loro”. Es esa mente que solo repite palabras, la mente parlanchina, repite palabras sin comprender su significado. Puede repetir palabras u otras maneras de comunicar, pero solo como un acto de imitación externa. No hay un análisis del porqué se hace esto o aquello, no hay reflexión. A lo sumo puede comprender sólo que lo hace o dice porque le gusta, porque consigue algo a cambio, o simplemente porque así todos lo hacen hace tiempo.

Obviamente que a nivel humano el comportamiento es más complicado debido a la complejidad misma de nuestro cerebro. Complejidad a la que se la confunde con “conciencia” o “evolución”. Quizás lo es, pero solo mecánicamente, una “evolución mecánica” más allá de de la cual no hay conciencia superior a la de los animales.

Veamos ahora la mente de perro. Es esa mente que todo el tiempo quiere algo. Constantemente desea cosas. Incluso cuando el deseo fue satisfecho o lo está siendo ya se está deseando otra cosa. Cuando no puede alcanzar el objeto de su deseo puede ladrar, o puede hacerse la victima, el dormido, mover la cola, o alguna gracia para conseguir la satisfacción de su deseo y seguir por más. Puede llegar hasta a denigrarse ante algún amo tirano solo para conseguir algo. Esta mente perro cuando es “sana” lame la mano del que le da de comer y mueve la cola, por más de que ésta misma mano a veces le pegue. Pero cuando está enferma puede llegar a “morder la mano que le dio de comer”.

Y así, la mente humana se muestra como una verdadera jungla interior. Solo con ver Animal Planet uno puede descubrir y estudiar nuestros distintos aspectos en relación con nuestra mente animal complejizada, y descubrir cual de éstos arquetipos está más exacerbado. Esto gracias a la cantidad de signos y señales que El Creador pone en nuestro horizonte, para quienes reflexionan.

Veamos ahora a la “mente víbora”. Ella logra enroscar y deglutir sin masticar a animales mucho mas fuertes y grandes que ella misma. La mente víbora puede criticar a diestra y siniestra a personas, despiadadamente, incluso preferentemente en su ausencia, así logra su poder y su energía por sobre otros.

Una equiparación excelsa es la de los signos del zodiaco, tales como el Toro, La Cabra, El Escorpión, El León, etc. No es necesario que la refiramos aquí ya que hay muchísimo material al respecto. Pero sí vale aclarar que son modos de funcionamiento, mejor dicho de SER, de la mente humana (espadas).

Hay animales que se mueven en manada, todos respetan al líder, pero en el fondo desean su posición. Cuando este, a causa de la vejez, se debilitan potenciales machos alfas surgen desafíantes en reclamo de su lugar. Es patetico ver el estado del que pierde, el cual muchas veces se tiene que retirar de esa manada.

Otros, insectos, hormigas, etc. se mueven en equipo. Con un nivel de organización que es envidia de grandes corporaciones. Logrando comunicarse entre ellos con distintos dispositivos, internos o externos, para hacer más eficiente su red. Se los puede ver como una organización maravillosa e incorruptible o como un gran sistema tiránico, dictatorial…
Solo la aparición de una conciencia superior y objetiva del estado de cosas puede lograr acallar toda esta jungla mental, y darle una dirección conciente. Un adiestramiento, sacando lo mejor de cada arquetipo animal en pos de una amplificación de la conciencia humana, de sí.

Ésta es solo una opinión propia en relación con los aspectos “mentales” (espadas). Los cuales, claro está, no llegan a ser intelectuales superiores, como uno quisiera quizás. Pero creo que es útil para compararnos y conocer más aspecto humanos, pudiendo ayudar a la lectura, sobre todo con arcanos menores.