La Carta Compuesta

Las Relaciones y como sobrevivir a ellas

Este seminario fue dictado el 27 de Abril de 1997 en el Regents College, Londres, como parte del Periodo Académico de Verano del programa de seminarios del “Centre for Psychological Astrology”.

Uno más uno igual tres

El concepto detrás de la carta compuesta es que representa a la relación misma como un tercer factor. Dos personas crean una tercera entidad entre ellos. La carta compuesta es como un campo de energía, que afecta a ambos, extrae ciertas características de cada individuo e impone su propia dinámica (a ambos).

La carta compuesta no parece describir lo que cada persona siente por la otra. De esta manera, es muy diferente a la sinastría, la cual describe la química existente entre dos personas en términos de cómo se modifican mutuamente. Cuando exploramos la sinastría de una relación, decimos ‘tu Venus está sobre mi Marte. Tu activas mi Marte y obtienes una respuesta marciana de mí, y yo activo tu Venus e invoco en ti una respuesta venusina. Así sentimos de una cierta forma el uno por el otro’. Cuando miramos la carta compuesta, no estamos explorando lo que cada persona activa en la otra o siente por la otra. Estamos interpretando el campo de energía que se genera entre ellas. La carta compuesta es como un niño, una tercera entidad que lleva la impronta genética de ambos padres y combina estas herencias en una forma completamente nueva y existe independientemente de ellos.

Debido a que la carta compuesta tiene las mismas características que una carta natal, necesitamos enfocar su interpretación de una manera similar. Una carta compuesta tiene un núcleo de identidad que representa su ‘propósito’ (El Sol) y un conjunto característico de necesidades y respuestas emocionales (La Luna). Tiene un modo de comunicación (Mercurio) y un conjunto distintivo de valores e ideales (Venus). Tiene un modo de expresar su voluntad y su energía (Marte). Tiene su propia forma de crecer y expandirse (Júpiter) y tiene limitaciones y mecanismos de defensa innatos (Saturno). Tiene una vulnerabilidad específica a lo colectivo correspondiente a los patrones de trasfondo colectivo de la relación (Quirón). Refleja ciertos ideales colectivos que luchan por el cambio y el progreso (Urano). Tiene aspiraciones innatas que reflejan ciertas fantasías colectivas (Neptuno). Posee un instinto de supervivencia de base que respalda la continuidad de la relación pero que también puede ser destructiva, si la relación tiene problemas (Plutón). Tiene una imagen o un rol que desempeñar ante los ojos de la sociedad (MC), y tiene una ‘personalidad’ que se expresará por si misma de cierta forma característica en el mundo (Ascendente). Los signos en una carta compuesta describen el material básico o ‘temperamento’ del cual está hecha la relación; los planetas describen las energías que aporta la motivación, y las casas describen las esferas de la vida a través de las cuales se expresan los planetas. Todo esto es Astrología básica, y no es menos aplicable a la carta compuesta que a la carta natal individual.

La Relación como entidad

Normalmente, no pensamos en nuestras relaciones como entidades independientes. Más frecuentemente, pensamos en términos de nuestros propios sentimientos y actitudes, o de los sentimientos y actitudes de la otra persona. Sin embargo, cada relación crea su propio ambiente. Ninguno de nosotros se comporta de la misma forma cuando es una parte de la pareja, que opera solo. Podemos tener patrones de comportamiento característicos cuando estamos solos, pero en el momento que estamos con nuestra pareja, un cierto tipo de energía dinámica se pone en movimiento y nos comportamos de una forma particular que en algunas ocasiones es muy notoria en compañía de otras personas.

Dos personas en una relación crean una atmósfera alrededor de ellos, no como una elección consciente, sino porque esto simplemente ocurre. Otras personas reflejarán frecuentemente esto a nosotros mismos. Un amigo podría decir, “Ustedes dos parecen ser una pareja tan atractiva y vivaz”, o , “Que vida más excitante deben tener Uds. dos!”Mientras tanto, uno está pensando para si mismo, “De qué están hablando? No es así como me siento”. Estaremos viendo entonces un compuesto de Júpiter ascendente en Sagitario y Libra en el compuesto de MC, y otras personas persiben la relación como una glamorosa entidad Júpiter-Venus. Pero el Saturno de uno de los dos está en conjunción con la Luna del otro y en oposición al Sol, y la sinastria entre ambas cartas natales hace sentir más a uno como Sísifo y su roca que como Mick Jagger y Jerri Hall. Lo opuesto también puede ocurrir. El compuesto puede tener a Saturno ascendente y Quirón en su etapa final, y el mundo ve algo tanto pesado cuando uno está con la pareja. Pero la sinastria puede envolver muchos contactos Venus-Jupiter-Urano, reflejando así excitación dentro de la relación lo cual sienten cada una de las personas en forma personal pero que no se expresa por si misma hacia otros.

Podemos aprender un montón acerca de los ángulos de una carta compuesta de una relación importante, preguntando a otras personas como ven ellos la relación. Con frecuencia es sorprendente para nosotros, debido a que la respuesta no refleja lo que realmente sentimos acerca de la otra persona. La carta compuesta, al igual que la carta natal, se presenta a si misma ante el mundo de acuerdo a su ascendente y su MC. Tiene un planeta regente en cual focalizará la expresión de la relación en una cierta casa o esfera de vida. Las casas de la carta compuesta trabajan de la misma forma que en una carta natal, reflejando las esferas de énfasis a través de la cual las dinámicas de la relación se manifiestan. Cuando los planetas compuestos resaltan una casa compuesta, esa área de la vida será extremadamente importante para la relación, y ambas personas serán empujadas a focalizarse en ella, incluso si la misma casa está vacía en ambas cartas natales. Una relación nos puede impulsar a tener que confrontar ciertas áreas de la vida, incluso si natalmente no estamos predispuestos ni equipados para salir adelante en esa área.

Las cartas compuestas tienen sus propias leyes y energías, y estas no tienen nada que ver con que si estamos “bien emparejados” con alguien. Una carta compuesta por si misma no nos hablará acerca de la compatibilidad. Para eso está la sinastria. La carta compuesta no revelará si la relación es “buena” o “mala” con respecto a la química entre ambas personas. La carta compuesta nos dice que, “si tu eliges entrar en esta relación, aquí está su significado y su patrón de destino. Esto es de lo que está hecha y para qué”. Si queremos tener el sentido de si el significado y destino nos van a hacer sentir bien o no, tenemos que comparar la carta compuesta con la natal.

Si examinamos la sinastria entre la carta compuesta y natal de cada individuo en una relación, podemos aprender un montón de cómo la relación hace sentir a cada uno. También podemos tomar una tercera parte y comparar la carta natal de esa persona con la carta compuesta. Este es un ejercicio fascinante. Digamos que estoy en una relación a largo plazo, pero también tengo un amante. Puedo tomar la carta natal de la tercera persona y mirar como afecta la carta compuesta entre mi pareja y yo, y puede tener una visión clara de cómo mi amante afecta la relación. También podemos mirar la carta natal de un niño en relación a la carta compuesta entre los padres. Esto es muy útil en términos del entendimiento de las dinámicas de familia. Algunos niños tienen una forma de ser realmente disociadora de la relación de los padres, mientras que otros ayudan a unir a los padres. Esto lo podemos ver en la carta natal de un niño en relación a la carta compuesta de los padres. No podríamos ver la dinámica explorando la solamente la sinastria entre el niño y cada uno de los padres.

Libertad y Destino dentro de la relación

Al trabajar con cartas compuestas nos hace pensar en términos de algo más grande que nosotros mismos como individuos. A donde quiera que vamos, creamos interfaces con otras personas, y no tenemos la misma cantidad de opciones al relacionarnos con esas interfaces como debiéramos como cuando lo hacemos con nuestros propios problemas. Si uno tiene una cuadratura Sol-Saturno en su carta natal, uno puede hacer algo al respecto . Uno no tiene porque ser víctima de esto, o vivir desde el lado oscuro de el. Puede ser un aspecto difícil en los primeros años de vida, y puede reflejar sentimientos profundos de inseguridad o desadaptación. Pero uno puede decir , “Sé que muchas de mis propias dudas están conectadas con mi padre y mi niñez. Me saboteo a mi mismo porque algunas veces tengo miedo de ambicionar más. Frecuentemente soy duro conmigo mismo y espero mucho de mi. Pero voy a tratar de trabajar en estos temas. Haré un esfuerzo para entender de qué se tratan. Podría necesitar algo de psicoterapia para ayudarme a aprender a confiar más en mi. Y trataré de desarrollar mi Saturno para tener más confianza”. Gradualmente uno puede moldear esa cuadratura Sol-Saturno en algo muy fuerte y creativo, si uno tiene la voluntad de poner el esfuerzo necesario.

Pero cuando aparece una cuadratura Sol-Saturno en la carta compuesta, la pareja no puede ir a psicoterapia. La pareja no puede decir, por su propia voluntad, “Voy a trabajar en estos sentimientos de limitación y duda”. La pareja no “siente” duda. Ambos individuos pueden trabajar en sus Saturnos. Pero aunque no tengan cuadratura Sol-Saturno, y realmente no entiendan porqué, cuando están juntos, algo en la relación obstruye y frusta ambas metas. Las limitaciones externas la cuales frecuentemente acompañan una composición Sol-Saturno pueden parecer extrañamente impersonales y pueden estar más allá de su control.

El sentimiento impersonal del sentimiento de la carta compuesta puede ser muy incómodo para nosotros si estamos psicológicamente predispuestos, ya que la astrología psicológica implica responsabilidad individual y la creencia que podemos cambiar muchas cosas en nuestras vidas si estamos preparados para hacer un trabajo interno. Debido a que vemos la carta natal como un cuadro interno, podemos hacernos responsables de cómo lo expresamos, y la conciencia puede hacer una gran diferencia. Un acercamiento psicológico a la astrología nos permite transformar muchas cosas si hacemos el esfuerzo suficiente. Pero uno puede engañarse por la fantasía de creer que uno puede cambiar cualquier cosa, y algunas cosas están más allá de la influencia del individuo. No estoy sugiriendo que las cartas compuestas no son psicológicas, o que debiéramos abandonar esta búsqueda cuando las interpretamos. Pero “psicológico” no siempre significa libertad, y el cambio puede significar un cambio en la actitud de ambas personas hacia la relación, más que un cambio en el patrón endémico de la relación misma.

No podemos hacer nada para cambiar los patrones fundamentales de la carta compuesta. Por supuesto se puede decir lo mismo de una carta natal individual. Pero parece que tuviéramos más capacidad de ser afectados en los niveles en los cuales expresamos nuestros patrones natales. Esto nos da el sentido interno – válido o no – que tenemos el poder de participar activamente, o incluso crear, nuestro propio futuro. Tal vez lo hacemos, en ciertas áreas de la vida. Pero una carta compuesta nos presenta una experiencia diferente, el núcleo de la realidad. Podemos cambiar como reaccionamos a los patrones de la carta compuesta, y podemos hacer el esfuerzo de dar salidas creativas para su energía. Pero incluso con la mayor cooperación de la pareja, los patrones de una carta compuesta aún se sienten “fuera” de nuestra esfera de influencia personal. Una carta compuesta no dirá, “Esta es una mala relación – sal de ella”. Pero nos puede decir, “Esta relación tiene una restricción inherente que ninguna de las dos personas será capaz de alterar. Si tu quieres esta relación, acepta este problema”. Si la carta compuesta tiene una cuadratura Sol-Saturno o una conjunción Sol – Quirón, contiene límites incorporados, frecuentemente de tipo muy concreto. Estos límites pueden probar la creatividad y el optimismo de uno o ambos individuos. Pero estos límites se sienten como impuestos sobre nosotros. Una cuadratura Sol-Saturno o una conjunción Sol-Quirón en la carta natal también contiene límites inherentes, pero los experimentamos en forma diferente.

Tomemos los aspectos Sol-Quirón de la carta compuesta. He visto esto muchas veces cuando una relación incluye inevitablemente límites del pasado. El pasado puede ser una ex- pareja la cual quiere cobrar su pensión o pueden ser niños de un matrimonio anterior. Estas situaciones pueden causar mucho dolor, especialmente cuando hay niños involucrados, porque no importa cuan maduros o concientes son las dos personas, habrán conflictos, lealtades divididas, sentimientos heridos, y tal vez también restricciones financieras. No es cuestión de actitudes alteradas; familias anteriores, para cualquier pareja, son factores precedentes los cuales siempre impondrán límites. Si una pareja no experimenta límites en dichas circunstancias, entonces probablemente no veremos un aspecto Sol-Quirón en la carta compuesta.

Sabemos que Quirón está conectado con experiencias dolorosas, particularmente con aquellas que parecen ser injustas e inmerecidas, y las cuales son producto de un estado colectivo más que de una falla personal o de un acto de malicia. Los contactos Sol-Quirón en una carta compuesta sugieren que la relación misma trae una herida insanable, usualmente del pasado de ambas partes, o de la naturaleza del mundo en donde viven ambas personas. Al mismo tiempo, la relación puede proveer sanación profunda para ambas personas, o para otros que entran en contacto con la pareja, porque los límites inherentes provocan sufrimiento y posterior compasión y entendimiento.

He visto algunas veces el aspecto Sol-Quirón en una carta compuesta, cuando una pareja desea fuertemente tener niños pero no los pueden tener. Esta es una herida que puede hacer pensar a las personas más profundamente en quienes son y cual es el propósito de sus vidas, porque no tienen el “propósito”colectivamente impuesto de una familia para darle una dirección en la vida. Otro ejemplo , podría ser una pareja donde hay una gran diferencia de edad, y el individuo más joven debe ver al otro envejecer y fragilizarse. No hay amor ni compromiso suficiente que pueda volver el tiempo atrás. O puede haber uno de los dos que tiene una deficiencia física la cual puede ser genuina y profundamente aceptada por el otro, pero la cual limita la movilidad en ambas personas. También otro ejemplo puede ser un matrimonio entre diferentes razas, o una relación homosexual, las cuales pueden provocar alteración entre los vecinos quienes pueden ser xenofóbicos o muy rígidos en la definición de normalidad. La xenofobia y opiniones rígidas son características de muchas , muchas personas, y no importa cuan angustioso o violento , no alterará esta infortunada imperfección en la naturaleza humana. Ambas personas pueden salir heridas durante la relación, no porque es “mala”, sino por algo acerca de la forma en que la relación se “sitúa” en lo colectivo lo que limita sus posibilidades.

No estoy diciendo que es un ejemplo estático. Se relaciona tanto con la sanación, como también depende de la definición de la palabra. Las heridas de Quirón no se sanan en el sentido de desaparecer. Algo ha cambiado de forma permanentemente, incluso si el veneno ha sido liberado y limpiado. Uno no puede recobrar la inocencia una vez que ha sido destruido por el tipo de herida que este planeta refleja. Pero la actitud frente a la herida si puede cambiar, aumentar la tolerancia, la compasión y la sabiduría puede finalmente resultar. Ese es un tipo de sanación; pero no puede deshacer el pasado. Uno no puede por ejemplo, hacer desaparecer los niños de una antigua pareja por arte de magia. Uno puede tratar de opacar la herida apartándose emocionalmente de los niños, y nunca más volver a verlos; y luego habrá otro tipó de herida con la cual lidiar. O uno puede luchar para enfrentar todas las complicaciones emocionales, y luego eventualmente establecer relaciones gratificantes con cada uno de los participantes. Pero siempre habrá compromiso, tristeza y una sensación de pérdida. Dichos aspectos en una carta compuesta no significan que los efectos de la dificultad permanezcan estáticos e inamovibles. Ambas personas pueden estar profundamente y permanentemente transformándose. Pero el pasado no puede ser re-construido.

La carta compuesta progresa como la carta natal, y esto refleja cambios dentro de la relación así como también en el individuo. Pero la carta compuesta como una entidad no tiene la misma capacidad como un individuo para decidir por su propia voluntad a cambiar o luchar contra algo. No es un individuo consciente. Ambas personas deben luchar para ser más conscientes, y las formas en las cuales ellas experimentan la relación pueden cambiar respectivamente. Pero los patrones básicos de la relación se desarrollan como una semilla que crece hasta ser una planta, con una inevitabilidad natural que puede sentirse extraña a nuestra consciencia egocéntrica.

Autora: Liz Greene

Fuente: http://www.astro.com/astrologia/in_composit_s.htm