El psicólogo suizo y antiguo discípulo freudiano Carl Gustav Jung estaba interesado en la alquimia y en la Astrología, especialmente en las ultimas etapas de su vida laboral. Las revelaciones resultantes pueden encontrarse en su Psicología Analítica.
Esta teoría va mucho más allá de las enseñanzas de Freud.
Freud asume que un niño nace como una “tabla en blanco”, y que el carácter se comienza a formar a partir del nacimiento. Jung, al contrario, afirma en su libro Tipos Psicológicos: La disposición individual preexiste como un factor en la niñez; es innata, y no puede ser adquirida en el transcurso de la vida.
Horoscope of C.G. JungToda la teoría astrológica esta basada en este principio. Liz Greene, una psicoterapeuta junguiana y astróloga, esta convencida de que la Astrología puede ayudar a descubrir la naturaleza de esta semilla innata. La Astrología no solo puede hablarnos del Yo que conocemos, sino también del que no conocemos, escribe Liz Greene en Relaciones Humanas. El horóscopo, siendo un “mapa de la psique”, puede puntualizar rasgos del carácter que aun no se han vuelto concientes. Con su ayuda podemos llegar a conocernos mejor y arribar a un mayor entendimiento de nuestra verdadera naturaleza. La Psicología Analítica de Jung intenta algo muy parecido: Individualización y llegada al verdadero Yo.
Algunos de los principios junguianos reflejados en la Astrología serán descriptos en las paginas siguientes. Daremos una mirada sobre los conceptos de “Sincronismo”, de “Arquetipos” y de “Tipos psicológicos”.
Como arriba, es abajo – Sincronismo
En 1952 Jung publicó un libro llamado “Synchronizität als ein Prinzip akausaler Zusammenhänge” (“Sincronismo como principio de las conexiones acasuales”). El concepto de sincronismo va mas allá de las explicaciones puramente causales acerca del mundo – el cual es todavía el dominio de nuestras ciencias naturales. Jung argumenta que incidentes que ocurren sincronizados (al mismo tiempo) no necesariamente tienen que estar relacionados causalmente. Pero puede existir una significativa conexión entre ellos.
KingfisherAnthony Stevens describe una experiencia que tuvo Jung. En un sueño él encuentra una figura con las alas de un martín pescador. Jung quería dibujar la figura para poder recordar la imagen. Mientras lo hacia, encontró en su jardín el cuerpo muerto de un martín pescador. Estos pájaros son sumamente difíciles de ver en el área de Zurich. Esta situación extraordinaria coincidió con fuertes emociones internas.
Quizá esté Usted familiarizado con situaciones que le llevan a pensar: “¡Esto no puede ser una co-incidencia!” Tal vez ha terminado Ud. de leer un libro que le comunica ideas inusuales. De repente toda la gente en su entorno le habla de estas ideas, hay informes en la televisión y en la Internet no deja de toparse con conceptos similares. Tales incidentes ocurren simultáneamente, pero obviamente uno no es causa del otro. Estos parecen estar conectados en una manera diferente.
Brigitte Hamann, una astróloga alemana, resume este fenómeno en su artículo “Gedanken über Astrologie, Synchronizität und Prognose” (“Reflexiones sobre Astrología, sincronismo y predicción”):
A cierta persona le ocurre un cierto incidente en cierto tiempo de manera tal que adquiere un significado especial para ella y revela significativas conexiones en la vida de esta persona. Cualquier otro observador del mismo incidente lo hubiera considerado azaroso y sin ningún significado en particular. Para este, no hay ninguna conexión sincronística en el evento, y por eso no le significa nada.
La Astrología esta basada en el principio del sincronismo. La “Influencia de las estrellas” no existe en un sentido causal. No hay ningún tipo de influencia causal. La Astrología “trabaja” -si es esta la palabra correcta- en la forma inscripta en la tabula smaragdina:
Como es abajo es arriba.
Como es arriba es abajo.
Para que el milagro del Único sea alcanzado.
Se puede decir que lo universal se refleja en lo específico. Por consiguiente sería posible sacar conclusiones respecto de eventos terrenales por intermedio de las constelaciones planetarias.
Liz Greene: Las posiciones del cielo en un momento en particular, por reflejar las cualidades de ese momento, también reflejan las cualidades de cualquier cosa nacida en ese momento. […] Una no es causa de la otra; están sincronizadas y se reflejan mutuamente.
Sin duda esta es una noción extendida del sincronismo, ya que no solamente se refiere a un individuo y a la relación con su entorno directo. De hecho, ve todo en el universo interconectado de una manera significativa.
Esta actitud de asumir las conexiones significativas entre fenómenos que ocurren simultáneamente es algo que tienen en común la Astrología y el sincronismo de Jung.
Arquetipos:
Usualmente se considera que Sigmund Freud “descubrió” el inconciente como aquella parte de la psique que contiene experiencias desagradables o traumáticas que han sido reprimidas por la mente conciente. Jung va un paso más allá: En su opinión no solo hay un inconciente individual, si no también uno colectivo, el cual contiene la inmensa herencia psíquica de la evolución humana. De acuerdo a Jung, esta herencia renace en la estructura de cada individuo.
Los sueños pueden ser considerados como posibles escapes del inconciente individual y colectivo. Algunas figuras de los sueños como el oscuro perseguidor o el niño inocente son símbolos que representan una conexión con dimensiones de las que no somos concientes. Las mismas nos pueden despertar ciertas asociaciones que no podríamos percibir solamente con la mente racional.
Jung descubrió que muchos de estos símbolos son de naturaleza universal. Pueden ser encontrados en los mitos y cuentos de hadas de todos los pueblos. Muestran un “conocimiento” o “sabiduría” común a toda la humanidad. Por eso Jung llamó a estos símbolos Imágenes Primordiales o Arquetipos. Las imágenes primordiales no pueden ser descriptas con precisión. Liz Greene las ve como patrones de energía que están expresados en todo nuestro entorno. A pesar de que no tienen formas claras, se expresan en los símbolos del mundo que nos rodea.
En este sentido, el sistema solar puede ser visto como el símbolo de un patrón de energía viva, reflejando en cualquier momento las formas más pequeñas de vida que están contenidas en él. El horóscopo individual es una representación simbólica de estos patrones energéticos. En estos símbolos podemos ver las semillas de la personalidad potencial del individuo. Jung describe los planetas como “dioses“, símbolos o poderes de lo inconciente. Sin embargo estos “dioses” trabajan en forma diferente en cada persona.
Desde el punto de vista astrológico el símbolo del sol representa el alma, el centro, la figura del rey o del jefe así como también la fuerza viva creativa que se encuentra en cada persona. Estas interpretaciones pueden ser bosquejadas desde este único símbolo sin ser arbitrarias. Liz Greene describe el simbolo como la forma primaria de expresión de lo inconciente. En Relaciones Humanas ella escribe:
Un símbolo sugiere o infiere un aspecto de la vida que posee inagotables interpretaciones y que finalmente elude los esfuerzos del intelecto por tenerlo o contenerlo. Uno nunca podrá alcanzar las profundidades de sus múltiples significados.
Un símbolo arquetípico central en la Astrología es el circulo del horóscopo. En todas las culturas el círculo es considerado un símbolo de totalidad. De la misma manera el horóscopo representa la totalidad de lo individual y el arquetipo del “Yo”.
Tipos psicológicos
Quizá esté familiarizado con el tipo de situación en la que Ud. dice algo completamente objetivo y racional, pero su compañero reacciona emocionalmente y se siente íntimamente herido. ¿O alguna vez su esposa le ha reprochado por tener los pies tan en la tierra, cuando en realidad Ud. desearía poder construir castillos en el aire?
Este interesante pero casi incomprensible fenómeno es bien conocido. A pesar de sus individualidades la gente “se permite” estar encasillada en ciertas categorías.
Carl Gustav Jung explica este fenómeno categorizando a las personas en cuatro tipos psicológicos. De acuerdo a su teoría el conciente conoce cuatro modos principales de percepción los cuales se expresan de manera diferente y más o menos fuerte en cada individuo: Función Pensar, Función Sentir y las funciones Percibir e Intuir. Estas pueden ser definidas como dos pares contrarios: Pensar y Sentir son opuestos racionales (en el sentido que evalúan y juzgan a las cosas). En tanto Percibir e Intuir son consideradas funciones irracionales, ya que no juzgan a las cosas, sino que las registran. Por supuesto que las cuatro no son igualmente fuertes en cada individuo. Una función domina, mientras que las otras tienden a estar “subdesarrolladas”. Para poder volverse una totalidad, una persona debe intentar desarrollar los cuatro modos de percepción. Esta es una tarea extremadamente dificultosa. Jung escribe en sus Tipos Psicológicos:
Sabemos que un hombre no puede ser todo a la vez, nunca completo – siempre desarrolla ciertas cualidades a expensas de otras, y nunca se logra una totalidad. (Traducción: PC)
En la Astrología, los doce signos del zodíaco son atribuidos a los elementos de aire, agua, tierra y fuego. Liz Greene considera a los cuatro elementos como los “pilares de la astrología”. Nos dan información acerca de la actitud predominante de la persona. Si el horóscopo de una persona está dominado por signos de fuego, los astrólogos hablan del tipo de fuego. Su forma predominante de percepción será “briosa”, la cual es equivalente al tipo intuitivo de Jung.
Autor: Karin Hoffmann
Fuente: http://www.astro.com/astrologia/in_pa_jung_s.htm